El solapamiento cráneo-cara y, en particular, la perspectiva adecuada del cráneo. Por ejemplo, la mayoría de programas utilizados para esta tarea no permiten alterar la proyección, pero si la orientación y el escalado. En muchos casos se trata de un proceso de prueba y error propenso a errores. Orientación + escalado + perspectiva.
La articulación digital de la mandíbula y el cráneo después del escaneo puede introducir errores. Sin acceso a la oclusión como era en vida, la mandíbula puede posicionarse de manera incorrecta respecto al cráneo.
La fijación de la mandíbula al cráneo.
Replicar la posición AM de la mandíbula.
La preservación incompleta y el ensamblado PM del cráneo. Por ejemplo, el incorrecto posicionamiento de los dientes.
La adquisición inexacta del modelo 3D del cráneo (o la segmentación en caso de un escáner CT), precisión por debajo de 1 mm y / o características específicas no escaneadas (o segmentadas) correctamente. Este último, se suele registrar en la región nasal, los dientes y las órbitas. Presencia de artefactos.
La relación de aspecto de la fotografía (la relación entre los tamaños horizontal y vertical de la imagen).
El origen desconocido de la fotografía AM, es decir, cuando la fotografía no es la original adquirida por una cámara digital (archivo digital original) o una analógica (fotografía revelada original).
El daño post-mortem en el cráneo.
Todos los problemas anteriores son considerados fuentes de error, por lo tanto, deben considerarse para evitar la acumulación y propagación de errores durante el proceso de CFS. Además, hay varios problemas que pueden afectar negativamente a las conclusiones, pero a diferencia de las fuentes de error, no pueden evitarse. Por el contrario, tienen que ser consideradas una parte inherente del proceso y, por lo tanto, deben modelarse e incorporarse adecuadamente al proceso de toma de decisiones.